Cuando se hace de noche
Escucho tu voz
en los sueños que vuelan
por las calles de un cielo
brillantemente oscuro
e interno como las vísceras de un amor
pasado, pero que se repite.
Las nubes son tus manos
que me tocan el cuerpo
y el alma
transpareciendo, apareciendo y siendo
la única y plena verdad.
Son vagas las palabras que suenan por el alba,
por los rincones de mi mente,
del corazón que pulsa solo e incoloro,
pidiendo, clamando, siendo punzante y
soledad y amor:
a vos.
¡Español!
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